Descubre la verdadera historia del niño de la bota Infortunada

lunes, 17 de abril de 2017

La Fuente El niño de la bota se encuentra situada en uno de los cuadrantes que forman el Parque Leoncio Vidal, en el centro del casco histórico  de Santa Clara. Increíblemente, esta escultura, tan distante de nuestra civilización, es considerada uno de los símbolos de la ciudad.

La obra es conocida como «El Niño de la Bota Infortunada», escultura que en 1925 fuera colocada en la fuente existente en el parque, y que con el paso de los años devino en una representación de los santaclareños.

 La fuente original fue comprada en Nueva York a un costo de $ 747.32 dólares, en una famosa casa de venta de objetos de arte, la J. L. Mott Company.

 Es una reproducción de los chicos que acompañaban a las tropas del ejército norteño en la guerra civil de los Estados Unidos. Estos marchaban tocando tambores, por lo que se les llamaba «drummer boys», o sea, niños tamborileros. Al terminar las batallas, llevaban  agua a los heridos, la mayoría de las veces, en sus botines.

 Para rendirles homenaje, se manda a fabricar una estatuilla a Italia, a partir de la cual, la ya mencionada casa J. L. Mott hace alrededor de 23 copias a una escala mayor y las comercializa.

La hermosa escultura comenzó a funcionar el 15 de julio de 1927, cuando se inauguró el parque Vidal, en homenaje al aniversario 238 de la fundación de la villa por el gobernador de turno Roberto Méndez Peñate.

A principios de 1959, se traslada la estatua unos metros más al oeste, frente al teatro La Caridad; y se colocó en un botecito de granito gris y verde.

Diez años después, manos inescrupulosas robaron la bota y destruyeron parte de la estatua.

Posteriormente, fue reconstruida en bronce por el artista José Delarra y ubicada nuevamente en el parque en el año 1989.

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