Félix y La bicicleta más alta del mundo

martes, 11 de junio de 2019

Aunque no está homologada por libro de records Guinnes, la bicicleta más alta del mundo pertenece a cubano, que se dedica a montar y construir bicicletas.

Su nombre es Félix Ramón Guirola, vive en La Habana y asegura tener una colección de esos desproporcionados ciclos.

La última creación de Félix es una bicicleta que mide nada más y nada menos que 10 metros.

Y con ella la bicicleta más alta del mundo pretende inscribirse en el Libro de Récords Guinness.

Luego de que sus anteriores artefactos (de 2.90, 4 y 7.50 metros respectivamente) no lograran alcanzar la prestigiosa calificación.

En la actualidad en el libro de registro Guinness de los récords, aparece registrado en sus archivos el estadounidense Richie Trimble, catalogado como el hombre con la bici más alta: una de 6.16 metros.

Pero Félix afirma poseer una más grande que esa hace varios años años, de 7.50 metros, y ahora la de 10 metros.

Por ahora, Félix se contenta con transitar las calles de La Habana en su bicicleta-jirafa (la de 4 metros), desde donde mira incluso a camiones y autobuses.

Y no usa casco ni nada que lo ayude a atenuar los golpes si se cae.

Los transeúntes y vecinos no salen de su asombro cuando lo ven pasar; lo observan estupefactos en su inusual medio de transporte.

Félix, un hombre atlético de estatura mediana que en su juventud practicó judo y boxeo, pide a las personas que pasan por su lado, que sostengan la bicicleta para lograr montarse.

Explicó que lo más difícil es cuando se acerca a un semáforo con la luz roja: «En ese caso tengo que frenar, y me dejo caer hacia un lado, sujetando la bicicleta.

Hasta ahora no he pasado nunca ningún susto, ni me he caído, y respeto todas las leyes de tránsito». Dice Félix.

Félix quien es soldador de profesión y ex practicante de judo y de Boxeo, dice que la idea de construir una bicicleta alta comenzó a soñarla un día en que vio una de estas al estilo tándem.

Era el año 1983, tenía 19 años, imaginó  y pensó: «Voy a inventar una bicicleta gigante, muy alta».

Para aquel entonces fabricó una de 1.60 metros; cuatro años después hizo la de 3.45 metros; y en 1988 la de 5.5 metros, con la que causó sensación en los carnavales de Ciego de Ávila.

Por ahora Félix solo se enfoca en vivir como un cubano más.

La idea del record no lo apasiona.

El día que llegue será el premio al ingenio del hombre que pedalea más cerca de las estrellas.