De Parrandas en el campo con Majagua

viernes, 9 de agosto de 2019

¿Parrandas en el campo? Sí, pero no las de la ciudad espirituana de Remedios, sino las que se realizan en los campos cubanos.  

Las parrandas guajiras, como también se les conoce, son fiestas familiares o vecinales del centro sur de la Isla, donde las personas se reúnen para cantar y tocar, comer, beber, bailar y recrearse. No son más que una cuadrilla de músicos profesionales o aficionados, que salen de día o de noche para divertirse. De este tipo de celebración, la más más conocida es la que se efectúa en el poblado de Ciego de Ávila.

Conocido como Majagua, donde las personas se dividen en dos bandos para competir. En el territorio avileño, el fraccionamiento de los grupos no se realiza por demarcación territorial, sino por la simple simpatía de los habitantes a un color determinado.

Algunas de la fiestas en el campo tienen un carácter itinerante

Los parranderos que participan pueden tener un carácter itinerante, con el objetivo de «fiestear» siguen de una finca a otra para continuar el jolgorio varios días de forma ininterrumpida. El diseño y la confección de todo lo que se va a presentar, como los trajes campesinos y los muñecos, se mantiene en el más absoluto secreto hasta la salida de los bandos. Los personajes principales son Cuba y Liborio representantes de la Patria y el pueblo respectivamente.

La fiesta en el campo es un vasto exponente de las diversas manifestaciones artísticas y deportivas como: la música, la danza, la poesía, la artesanía y los juegos de pelota.

En la festividad el momento más importante es el de las habituales competencias de repentistas entre repentistas. Los cuales compiten de forma sana por ganarse el título de Parrandero Mayor.

Son célebres y populares desde hace más de dos siglos las parrandas de Santi Spíritus y Ciego de Ávila donde las principales son las parrandas de Arroyo Blanco, la de Coloradas y la de Los Hoyos.

Si usted quiere conocer un poco más de la campiña cubana qué mejor opción que la de asistir a una parranda guajira.

De seguro no se arrepentirá.