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¿Por qué cubanos y cubanas hablamos así?

Si de algo nos prestigiamos cubanos y cubanas es de tener una de las fraseologías más ocurrentes del planeta. Si vivimos en un contexto totalmente ajeno a nuestra cultura, escuchar estas frases con una musicalidad peculiar, nos despierta emociones y, de un sopetón, la mente se nos llena de Cuba.



Si dudas de lo que te hablo, aquí te dejo este grupo de dicharachos cubanos, apegados a nuestra identidad cultural, a la esencia misma de lo que investigadores han acuñado bajo el término «cubaneo».

Ante un problema podemos decir: «muerto el perro, se acabó la rabia» o esta otra: «a mal tiempo buena cara». Para cuando recibimos algo que no esperamos o queremos: «al que no quiere caldo, se le dan tres tazas», o si hay algo bueno, que funciona bien: «escobita nueva, barre bien».

Si nos sentimos presionados por algo o alguien: «me pusieron en tres y dos». Si nos regalan algo y luego lo quieren de vuelta: «mariquita, mariquita, lo que se da no se quita». Cuando se sobrentienden las cosas: «a buen entendedor, con pocas palabras bastan». -todocuba.org

Si ganamos un problema, así porque sí decimos: «te sacaste la rifa del guanajo» y para personas tímidas, pero que tienen lo suyo: «no mojas, pero ¡empapas!», o esta otra: «eres como la gatica María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano».

Si nos sentimos presionados por algo o alguien: «me pusieron en tres y dos». Si nos regalan algo y luego lo quieren de vuelta: «mariquita, mariquita, lo que se da no se quita». Cuando se sobrentienden las cosas: «a buen entendedor, con pocas palabras bastan».

¿Te acuerdas de la frase que usamos cuando nos roban algo de valor? Pues es la siguiente: «lo dejaron como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando»; y si nos sorprenden in fraganti: «te cogieron fuera de base». ¿Y para las malas o buenas compañías? «Dime con quién andas y te diré quién eres».

Si de algo nos prestigiamos cubanos y cubanas es de tener una de las fraseologías más ocurrentes del planeta. -todocuba.org

A los cubanos y cubanas nos gusta opinar sobre nuestros semejantes o cualquier tema en general. Algunos de estos criterios suelen ser álgidos y para ellos tememos: «no tires piedras a tu vecino, porque tu techo es de cristal». Si sospechamos de algo oculto: «cuando el río suena, es porque agua trae».

Dondequiera que estemos, estas frases singulares, simpáticas y confusas para quienes son ajemos a nuestra cultura, nos acompañan. Son una especie de ancla lingüístico y popular, al que nos aferramos para no olvidar quiénes somos y de dónde venimos. Por eso, «le zumba el mango», «que te compre quien no te conozca». Al final lo más importante es hacer el bien y no mirar a quién, pero «si no lloras, no mamas», porque «camarón que se duerme, se lo lleva la corriente» o «se lo comen los turistas».

Son muchísimas las frases que utilizamos. Aquí solo les he presentado una muestra muy pequeña de esta rica tradición. Seguro tú podrías agregar otras más, e incluso pensar en esas cosas de nuestra «tierra linda» que motivaron su aparición. Te invito a compartirlas.

Por: Ramón Zamora Crespo

Escrito por | Redacción TodoCuba

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