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El Cristo de la Habana: Una imagen impresionante

Si hablamos de esculturas de Cristo conocidas, enseguida nos acordamos de la mundialmente famosa de Brasil o, incluso, la de Bolivia. Pero para los cubanos no hay otra más importante que la ubicada en el pueblo de Casa Blanca en La Habana.



Es imposible no reparar en la imponente figura. A 50 metros del nivel del mar, y con 20 metros de estatura, se alza desde el otro lado de la Bahía de La Habana, la mayor escultura al aire libre realizada por una mujer.

El Cristo de La Habana, de la reconocida artista pinareña Jilma Madera, no extiende sus manos hacia nativos y visitantes, como sus similar de Brasil, sino tiene una mano en el corazón y la otra en posición de dar la bendición.

Su blanco mármol de Carrara, esculpido en Roma, contrasta con las grises piedras de un entorno ancestral rodeado por la fortaleza de San Salvador de la Punta, la Real Punta y San Carlos de la Cabaña, baluartes, que durante siglos, defendieron a La Habana de indeseables visitantes.

La figura del hijo de Dios aparece de pie, mira la ciudad, pesa 320 toneladas y está compuesta por 67 piezas. -todocuba.org

A sus pies, se encuentra el poblado de Casablanca, perteneciente al municipio de Regla. El paso por él es obligatorio, si se accede al complejo donde se encuentra la escultura atravesando la bahía de La Habana Vieja. En ese caso, se recomienda al visitante realizar un alto en el recorrido y dejarse atrapar por el magnetismo de este caserío humilde que parece emergido de las aguas.

Para realizar la travesía, puede emplearse el medio que desde hace muchos años utilizan tradicionalmente todos los habaneros: la lanchita de Regla, arraigado ya como un símbolo representativo de la ciudad.

La escultura fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958, solo siete días de la caída su gobierno. La figura del hijo de Dios aparece de pie, mira la ciudad, pesa 320 toneladas y está compuesta por 67 piezas.

Si tomamos en consideración la explanada sobre la colina donde está situada, su altura se eleva a 51 metros sobre el nivel del mar, lo que posibilita verlo desde distintos puntos de la ciudad.

El Jesús de Nazaret cubano proporciona una impresión muy gratificante: la inigualable sensación de tener La Habana a los pies.

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Escrito por | Redacción TodoCuba

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