Conoce al cubano que fue el primer Alcalde negro de París

jueves, 15 de junio de 2017

Como dice el dicho: “en cualquier lugar del mundo das una patada y sale un cubano”, así le pasó a un habanero de nombre Severiano de Heredia que llegó a convertirse en alcalde de París.

El mulato Severiano había nacido en la capital de la mayor isla de las Antillas  1836, hijo de Henri de Heredia y Beatriz de Cárdenas, ambos mulatos. Fue bautizado en la parroquia de Jesús del Monte según consta en certificado de bautismo y era primo de los dos poetas que se llamaban José María Heredia, el santiaguero por todos conocido y el parnasiano que escribió en francés.

A los diez años emigró a Francia con su madre adoptiva. En aquel país desarrolló una larga carrera política y desempeñó importantes cargos durante la tercera República. El primero de junio de 1879 fue electo alcalde de París, ciudad que contaba por entonces con dos millones de habitantes.

Durante su mandato enfrentó la emergencia del invierno de 1879-1880, que exhibió temperaturas de hasta 23 grados bajo cero, el río Sena se congeló y las principales vías de comunicación quedaron bloqueadas. Severiano ordenó contratar a 12 000 desempleados para limpiar las calles y abrir los locales de la ciudad a las personas sin hogar, lo que lo convirtió en uno de los políticos más audaces de la época.

Por supuesto, no faltaron, durante su trayectoria política, ataques que se dirigieran al color de su piel. Así, como insulto, llegaron a llamarlo “El negro del Elíseo”; aunque eso no le impidió a aquel brillante mulato cubano ser nada menos que el sucesor de Víctor Hugo en la presidencia de una asociación propiciadora de la cultura.

Como muchos cubanos de ideas progresistas, Severiano jugó un papel muy activo en la lucha por la separación de la Iglesia y del Estado; la educación gratuita, laica y obligatoria, la formación profesional y la creación de bibliotecas municipales. Además, entre sus aportes más importantes está su intervención  en la adopción de leyes sobre el sistema del metro de París.

Severiano de Heredia murió el 9 de febrero de 1901 en su casa de París a los  64 años. Medios de prensa como Le Fígaro, La France y Le Rappel dijeron que había muerto por una meningitis, mientras que otros, como Le Radical, hablaban de una congestión cerebral. El 13 de febrero fue enterrado en el cementerio de Batignolles.

Este es otros de los ilustres cubanos, poco conocido por sus coterráneos, que dejaron una huella indeleble en la historia de otros países.