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Carilda: la poesía que nace en Tirry 81

Tildan de irreverentes sus sentimientos de mujer feliz. Anda por la vida con las pasiones desprejuiciadas. Su Calzada de Tirry 81 la vio nacer el 6 de julio de 1922. Hoy no lo duda: aquel es su planeta.



De allí los sueños, de allí el sufrimiento y la soledad tras el exilio de sus padres. Matanzas la descubrió niña, la protegió adulta, la reconoce única.

En La Habana se graduó de abogada y quizás, de tantas noches de empeño, de tantos textos asumidos, surgió esa fuerza de escribir lo que el corazón manda.

Entre las artes estaba su esencia: los dibujos, las esculturas…Pero, al final, aquellos talentos reposaron en la impavidez de su poesía; por suerte para los que amamos y sufrimos, para los que aún creemos en “esas noches que le faltan al tiempo y en el lugar humilde donde se acaba un trino”.

Nadie ha encontrado mejor sonido Al sur de mi garganta. Es la única mujer que Desaparece el polvo y vuelve risueña, inocente, profunda… con la Libreta de recién casada.

Sus versos: sus hombres. Ha amado sin temor a los rumores, vive para ella. Mientras, cada cual imagina una Carilda.
A la esperanza vuelvo, a la madera

que construyó mis días importantes,

a la extraviada primavera

de antes.

A la justicia de mirarlo todo

como si me perteneciera,

que en fin de cuentas no hay un modo

de abandonar el hambre de la fiera.

En Tirry 81 esconde la revelación del próximo poema. Allí comenzó el desorden que se expandió por el mundo. Allí, en Carilda Oliver Labra, está la soledad desamparada, la promesa de veneno, la suerte de fruta respetada. Así resurge la demora de un beso, y todos, sin tiempo para el rubor, nos desordenamos alguna vez.

Escrito por | Redacción TodoCuba

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